MANDALAS: Meditacion Creativa

Llevan entre nosotros desde tiempos ancestrales y aun así, generación tras generación  siguen ejerciendo una atracción irresistible. Colorear un mandala es abrir una puerta al conocimiento de uno mismo y del mundo que nos rodea.

Colorear un mandala es concentrarse en el aquí y en el ahora, es dedicarnos un momento a calmar la mente, concentrarnos, conectar con nuestro interior, tranquilizarnos, meditar, dar rienda suelta a nuestra creatividad. Es recuperar el placer de crear por crear, sin ninguna aspiración que el deleite.

Sus beneficios:

Se le llama “la medicina del alma” porque son capaces de producir cambios en nosotros, nos ayudan a conocernos mejor y a afrontar las diferentes circunstancias de nuestra vida con una actitud positiva. Es una de las técnicas preferidas por el arte-terapia, por su sencillez y afectividad.

• Reduce la ansiedad
• Eleva la creatividad
• Mejora las funciones cognitivas (conectando los dos hemisferios del cerebro)
• Retoma la diversión olvidada

Mandala significa “Círculo” en sanscrito. El círculo es la representación de la perfección y lo sagrado. Y por ello no es de extrañar que encontremos mandalas en casi todas las culturas  habitualmente van ligadas a los rituales místicos o religiosos.

Una de las claves de los mandalas es la elección del color, que te ayuda a expresarte y liberar emociones. Cada color representa un estado de ánimo: a veces es favorable, porque te estás enfocando hacia él, en otras ocasiones, puede ser algo de lo que te quieres liberar. No hay colores “buenos” o “malos”, todos son sanadores cuando se emplean en un mandala.

Claves para colorear:

• Observa y elige el dibujo que te llame la atención
• Coloca los colores a mano, puedes usar rotuladores, lápices colores, ceras, acuarelas…
• Empieza del centro hacia fuera para trabajar sentimientos ocultos
• Empieza de afuera para dentro para centrarte en tus decisiones
• Acabalo, nunca empieces uno sin terminar el anterior

Antes:

• Busca un sitio cómodo
• Desconecta el móvil
• Cuida la iluminación
• Pon música
• Respira profundamente
• Pon incienso (si quieres)

Durante:

• Decide qué colores utilizar
• Cuida tu postura
• Concéntrate
• Fíjate en los adornos pequeños
• Sin juzgar, déjate llevar por el instinto

Después:

• Observa tu obra
• Decora tu casa o tu despacho con tu dibujo
• Regálalo
• Súbelo a las redes sociales